Hace unas semanas, médicos al interior de un hospital en Washington que recibieron la notificación de que debían tratar a un paciente confirmado con coronavirus, el primer caso confirmado en Estados Unidos, mostraron cómo las nuevas tecnologías pueden ser el mejor aliado frente a una pandemia que ya ha matado a más personas que el SARS de 2002 y 2003.
Enviaron un dispositivo llamado Vici, el cual les permitió interactuar con el paciente a través de una pantalla. Este dispositivo con ruedas cuya cara es un iPad, puede usarse para hablar con los pacientes y realizar funciones de diagnóstico básicas, como tomarse la temperatura. Es una de las pocas máquinas de alta tecnología que utilizan los médicos, trabajadores en los aeropuertos y personal de hoteles donde se han colocado a personas en cuarentena. Con ello se ayuda a contener el brote de coronavirus que ha estado afectando a miles de personas en el mundo desde su primera aparición, a finales de diciembre del año pasado.
Aunque los médicos y enfermeros cuidan y brindan la atención necesaria en unidades de aislamiento, la tecnología les permite reducir la cantidad de interacciones cercanas para propagar el contagio. Vici, hecha por la compañía InTouch Health, ha comenzado a ser muy solicitado en Estados Unidos y otras partes del mundo.
Minimizar la propagación de este nuevo virus es especialmente importante, porque todavía no se ha desarrollado ningún medicamento que dé inmunidad. Durante la pandemia del SARS en 2003, una gran parte de los afectados eran trabajadores del sector salud.
La comisión nacional de salud de China y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades han comentado que ésta infección puede propagarse de persona a persona, lo que hace que estos dispositivos de telesalud minimicen el contacto humano en los hospitales, con lo que se pueden salvar más vidas.
En los hospitales chinos se asegura que si no es esencial que cierto personal de apoyo esté en las áreas de infectados, lo mejor es que las eviten y utilicen a los robots para platicar con los pacientes.
Otro robot que está siendo utilizado en esta cruzada contra esta pandemia es el llamado TUG, el cual transporta, de manera autónoma, los suministros médicos en los hospitales.
Los robots TUG de Aethon se están desplegando en más de 140 sitios, aunque la compañía no quiso comentar si el dispositivo se está utilizando en alguno de los hospitales de Estados Unidos, donde más de 200 personas están siendo analizadas para saber si son portadores del virus.
En China los robots TUG están entregando alimentos y suministros médicos a personas sospechosas de tener el virus. Otro, llamado Little Peanut, está entregando comida y medicamentos a pacientes en cuarentena, mientras que en un hospital en el sur de China se han desplegado otros equipos para recoger sábanas y basura de las zonas afectadas.
Más allá de la telesalud y los robots para limpia y entrega, existe una creciente demanda de robots de limpieza y desinfección.
Xenex, una compañía con sede en San Antonio, Texas, la cual vende robots que usan luz pulsada de xenón UVC para eliminar los patógenos, dice que sus dispositivos se están utilizando actualmente para limpiar habitaciones en instalaciones con casos sospechosos de coronavirus.
En esta empresa aseguran que han estado en contacto con agentes del gobierno en China y Estados Unidos para explorar qué tan rápido pueden exportar robots al país asiático. Estos dispositivos, que cuestan alrededor de 100 mil dólares, disminuyen las infecciones asociadas con la atención médica, aquellas que se contraen mientras una persona recibe atención para otra cosa, por lo que en varios hospitales los están solicitando urgentemente.
Finalmente, otra compañía con sede en Los Ángeles, llamada Dimer, ha ofrecido sus robots para matar gérmenes a una aerolínea en el aeropuerto internacional de la ciudad de forma gratuita. Normalmente los dispositivos GermFalcon se venden por 100 mil dólares por unidad, pero en este caso de emergencia mundial, la compañía ha decidido cederlos para la limpieza en aviones.
El robot cabe en el interior de un avión y entrega altas dosis de luz ultravioleta a las superficies con las que se está más en contacto en un vuelo de larga distancia. Si bien las máquinas de este tipo pueden ayudar a contener el contagio de éste virus, hoy su propagación es mucho más común, y la pandemia del SARS debió ser una alerta mundial.
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