La resiliencia adquirida por la industria global marítima y logística durante la pandemia de coronavirus ha tenido mucho que ver con la digitalización y la incorporación de soluciones tecnológicas. Por lo tanto, la Asociación Internacional de Puertos y Bahías -IAPH por sus siglas en inglés, junto con el Banco Mundial se unieron para analizar la realidad de la digitalización y qué tan profundo ha calado en las operaciones de la industria marítima, resultando en la publicación del reporte “Acelerando la digitalización: acciones críticas para fortalecer la resiliencia de la cadena logística marítima”.
Los autores del estudio creen que los resultados ayudarían a promover la transición digital del sector marítimo, lo cual podría llevar a “una colaboración digital más amplia y consistente en la industria marítima, resultando en significativas ganancias de eficiencia, cadenas logísticas más resilientes y emisiones más bajas. Con naves y puertos que manejan más del 90% del intercambio comercial, la digitalización de la industria podría traer amplios beneficios económicos y contribuir a una recuperación más sólida y sustentable”, lee el brief de la sesión en vivo donde se presentaron los resultados del estudio.
Boutheina Guermazi, directora de Desarrollo digital Banco Mundial; Patrick Verhoeven, gerente director Asociación Internacional de Puertos y Bahías (IAPH); Binyam Reja, gerente de práctica, transportes Banco Mundial; Martin Humphreys, economista líder transportes Banco Mundial; y Pascal Ollivier, presidente Maritime Street participaron en la sesión presentando los resultados y luego en la ronda de preguntas y respuestas.
Intercambio electrónico de datos
Alrededor de un año antes de que la pandemia impusiera contacto humano limitado propiciando el uso de documentación electrónica, en abril de 2019 la Convención FAL OMI promulgó la obligación de que barcos y puertos intercambiasen información FAL de forma electrónica, empujando así el concepto de ‘ventanilla única’.
Esta normativa ha sentado un interesante precedente de cara a los protocolos sanitarios que han empujado los límites de aplicar soluciones tecnológicas para actividades del día a día y así acelerar la transformación digital. Porque una vez que se aplica la tecnología no hay regreso a la manera ‘mecánica’ de hacer las cosas.
La IAPH quiso conocer más sobre el estatus de implementación del requerimiento IMO FAL y encuestó a 111 puertos alrededor del mundo y les preguntó sobre el estado de implementación de IMO FAL en sus instalaciones y cuál era la próxima ventana de tiempo en la que pretendían implementar sistemas electrónicos de intercambio de información requeridos por FAL. Para la primera pregunta, las respuestas estuvieron divididas entre ‘Sin acción aún/en estado inicial’ (31,53%) y ‘Nivel operacional’ (34,23%) y para la segunda pregunta un 53,61% está considerando una implementación adicional más allá de 12 meses. Entonces, ¿qué nos dice esta data? Que la industria está dividida entre dar el salto de fe y avanzar hacia adelante con los nuevos tiempos -y los desafíos digitales que traen- resistiéndose al cambio, retrasándolo.
Revolución digital como motor de cambio
Preguntamos en nuestro titular de manera retórica si es que la aceleración de la digitalización sigue siendo urgente. Bueno, si consideramos que la revolución industria 4.0 ha definido no solo cómo trabajamos sino cómo vivimos entonces, sí, sigue siendo urgente acelerar la digitalización y probablemente no dejará de serlo a medida que los avances tecnológicos no cesan y son cada vez ciclos más cortos para una nueva versión. El sector marítimo y portuario no ha sido indiferente a los cambios provocados por la tecnología y la digitalización, beneficiándose de menores costos, mayor competitividad e incluso contribuyendo a un crecimiento económico más rápido para los países.
Como muestra la encuesta del IAPH con la implementación de los requerimientos IMO FAL, el mundo está dividido entre avanzar con la digitalización y resistencia al cambio. Hay menos puertos inteligentes, Sistemas de Comunidad Portuaria y ventanillas únicas alrededor del mundo que las que debieran haber, marcando una diferencia aún más pronunciada entre quienes han incorporado la tecnología y dan paso a las operaciones de la ‘nueva-era’ y los que se aferran a la manera ‘tradicional’ de hacer negocios.
El problema de esto es que se está produciendo una brecha entre los puertos, donde los países con mayores ingresos son los que destacan poniendo el tono para las tendencias de digitalización, a pesar de los esfuerzos de una variedad de organismos globales comoUNCTAD, UNECE, WCO, WTO, e IMO que han estado empujando la aceleración de la digitalización de procesos y documentaciones.
“Desafortunadamente, a noviembre 2020, apenas 49 de los 174 estados miembros de la IMO poseen sistemas funcionales de comunidades portuarias (PCSs) -donde los países de mayores ingresos son los que lideran la tabla”, según indican conjuntamente Martin Humphreys, Lead Transport Economist World Bank; y Pascal Ollivier, President Maritime Street durante su intervención en la presentación del reporte Banco Mundial-IAPH.
Plan de 4 pasos
El estudio muestra un acercamiento o plan de 4 pasos para acelerar la digitalización, tanto para quienes aplican las soluciones tecnológicas como para quienes las resisten.
El primer paso sería mejorar la seguridad digital de la salud de las personas, lo cual tiene un beneficio e impacto directo en la lucha contra el COVID-19. Desde artículos electrónicos para monitorear la salud física o mantener el distanciamiento social, a cámaras térmicas para detectar la temperatura corporal -como aquellas utilizadas en el puerto chileno de Coronel- y sistemas de aeronaves no pilotadas -drones- para ayudar a monitorear multitudes, pulverizar desinfectante o incluso llevar medicamentos y suministros médicos a los barcos.
El segundo paso es una combinación de establecer una ventanilla única marítima y optimizar las recaladas, como llegadas a tiempo para una cadena logística marítima más fluida.
Establecer un sistema de comunidad portuaria es el paso 3, “una plataforma para optimizar, administrar y automatizar los procesos portuarios y logísticos a través de una sola entrega de data en la cadena logística y de transportes. Los principales beneficios provistos por un PCS incluyen una mayor eficiencia y velocidad en los procesos portuarios, reducir los papeles y el costo, mejor seguridad, intercambio fácil y acceso hacia las rutas de interior”, lee el reporte.
El cuarto paso y final para acelerar la digitalización sería establecer un sistema de administración portuaria, completando las operaciones optimizadas.
Por supuesto, si las operaciones se conviertien en 100% digital, la importancia de un sistema de cyberseguridad para a ser crucial, protegiendo contra cyberamenazas tales como hackers, hacktivistas, servicios de inteligencia foráneos y sindicatos de crimer organizado, entre otros.
Qué se necesita
Pareciera ser que el paso hacia la digitalización es una cuestión de compromise con el cambio a través de más participación política y estructura institucional adecuada. Hay casos de éxito que debieran servir de inspiración para sus pares, como el marco institucional en Perú, con especial énfasis en el puerto de Callao, o la ventanilla única marítima en Panamá lanzada en 2017, el Sistema de Comunidad Portuaria PCS del puerto africano de Cotonou y el ejemplar caso del puerto inteligente de Amberes, Bélgica. Ser el próximo caso de éxito es solo un tema de voluntad; la tecnología ya está aquí.
Con información de dgcinternacional.com.
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