Eso se suma a los $ 20,9 mil millones en pérdidas netas combinadas ya reportadas por los otros tres miembros de las seis más grandes de la industria.
American Airlines, la aerolínea más grande de Estados Unidos, dijo que perdió 9.500 millones de dólares, incluidos elementos contables especiales, durante todo el año, y 2.200 millones de dólares en el cuarto trimestre.
Southwest Airlines, que transporta más pasajeros nacionales que cualquier otra aerolínea estadounidense, registró una pérdida anual de $ 3.1 mil millones y una pérdida en el cuarto trimestre de $ 908 millones.
JetBlue dijo que perdió casi $ 1.4 mil millones durante todo el año y $ 381 millones en el cuarto trimestre.
Las acciones de American abrieron más de un 40% esta mañana antes de devolver aproximadamente la mitad de esa ganancia en las operaciones de la mañana. Pero el analista de Raymond James, Savanthi Syth, dijo que el gran movimiento «claramente no está relacionado con sus ganancias (y) fundamentos».
Al igual que otros analistas, Syth dijo que la gran actividad en las acciones de American, que comenzó el miércoles, está siendo impulsada por los operadores que aplican un «apretón corto» sobre American, que tiene, con mucho, el mayor porcentaje de sus acciones en corto entre los operadores estadounidenses.
En un breve aprieto, los inversores institucionales e individuales más pequeños suben drásticamente el precio de una acción en particular para crear oportunidades de ganancias a corto plazo a partir de la venta de esas acciones en oposición a los fondos de cobertura y otros que han creado grandes posiciones cortas en un intento de obtener ganancias. del bajo rendimiento del mercado de una empresa.
Syth también señaló que los comentarios de los ejecutivos estadounidenses durante una conferencia telefónica con analistas y reporteros hoy de que no esperan que el primer trimestre de este año produzca ningún crecimiento en los ingresos o la demanda durante el decepcionante cuarto trimestre probablemente fue un esfuerzo de la compañía para bajar ya expectativas de los inversores sobrecalentadas de una recuperación que comience en el corto plazo.
A diferencia de sus homólogos de Delta y United, que a principios de este mes hablaron de manera más optimista sobre una recuperación de la demanda que comenzaría quizás incluso antes del comienzo del verano, el director ejecutivo estadounidense Doug Parker dijo que no ve señales claras de tal recuperación. “Esperábamos que la demanda aumentara, no tanto para abril, sino para el verano y que estaríamos aumentando hacia el verano, eso no ha sucedido todavía”, dijo Parker.
Vasu Raja ‘, director de ingresos de American, dijo que las reservas de viajes internacionales se han reducido aproximadamente a la mitad en las últimas dos semanas en comparación con dichas reservas en las dos primeras semanas de enero. Eso, sugirió, fue en reacción a las nuevas regulaciones con respecto a las pruebas de Covid-19, las cuarentenas de viajeros e incluso las prohibiciones de viaje introducidas en varias naciones.
Los funcionarios estadounidenses dijeron que la compañía ha reducido su tasa diaria de quema de efectivo a alrededor de $ 30 millones por día en el cuarto trimestre, por debajo de los $ 100 millones por día en abril pasado en los primeros días de la pandemia. Incluyendo $ 9 mil millones en subvenciones y préstamos federales, más $ 13 mil millones más recaudados a través de ventas de deuda y acciones en 2020, menos las continuas pérdidas diarias de efectivo, la aerolínea con sede en Fort Worth ahora espera terminar el trimestre actual en marzo con alrededor de $ 15 mil millones de liquidez disponible.
Southwest, con sede en Dallas, perdió dinero durante todo el año por primera vez desde 1972, que fue su primer año en funcionamiento. La pérdida anual de lo que ha sido durante cinco décadas la aerolínea más rentable del mundo no fue una sorpresa. Pero ilustra cuán devastadora ha sido la pandemia de Covid-19 y el casi colapso resultante en la demanda de viajes para las aerolíneas de todo el mundo.
Al igual que sus contrapartes en otras compañías, Gary Kelly, director ejecutivo de Southwest, fue presionado por analistas y reporteros para la llamada de ganancias del primer trimestre de la compañía sobre cuándo espera ver un repunte de la demanda. Pero evitó hábilmente caer en la trampa que hicieron otros al especular o predecir abiertamente el comienzo de una recuperación significativa de la demanda de viajes, en algunos casos, tan pronto como esta primavera.
“Una meta, por supuesto, sería llegar a cero gasto de efectivo para fines de 2021, pero eso sigue siendo impredecible”, dijo Kelly, y agregó más tarde que “Todo es cuestión de demanda. ¿Cuándo realmente comenzará a recuperarse?
“Con noticias alentadoras en el frente de las vacunas, tenemos la esperanza de ver un retorno al crecimiento de la demanda este año, pero hasta que eso ocurra mantendremos un alto grado de precaución”, dijo Kelly.
Sin embargo, al promocionar los éxitos de Southwest en la reducción de sus costos operativos durante la pandemia de una manera que, hasta cierto punto, se mantendrá incluso después de que la demanda de viajes vuelva a algo parecido a lo normal, Kelly dejó en claro que el objetivo de la compañía sigue surgiendo de la era de la pandemia como la principal aerolínea del país (que posiblemente ya lo era en muchos aspectos antes de la pandemia).
«Me alienta que continuemos teniendo muchas fortalezas y emerjaremos en la cima de la industria», dijo, señalando el balance general líder en la industria, la identidad de marca, la eficiencia operativa y la reputación de servicio al cliente de Southwest, y su ahora reducido pero aún considerables ventajas en los costos operativos sobre todas sus aerolíneas rivales convencionales.
Syth, de Ramyond James, dijo que si bien la pérdida del cuarto trimestre de Southwest y el desempeño operativo general superaron las expectativas de los analistas, el “comentario hacia adelante de la aerolínea fue un poco más cauteloso” que los comentarios recientes de otras aerolíneas sobre los próximos meses. Señaló que Southwest dejó en claro que sus tendencias actuales de reserva de pasajeros «no indican una mejora significativa hasta marzo».
JetBlue, que ha sufrido porque un gran porcentaje de su capacidad se conecta a la ciudad de Nueva York, su ciudad natal, donde la demanda ha sido notablemente más débil que en otros mercados debido al enorme impacto del virus allí y debido a las cuarentenas más estrictas de ese estado y otros En respuesta a la crisis, sus ingresos cayeron un 67% con respecto al cuarto trimestre de 2019. Pero eso es en realidad un desempeño 3 puntos porcentuales mejor de lo anticipado y una mejora de 9 puntos porcentuales con respecto a la disminución de ingresos del tercer trimestre.
El director ejecutivo Robin Hayes indicó que JetBlue está siendo muy cauteloso al planificar la adición de más capacidad a sus operaciones esta primavera y verano, y en la segunda mitad del año porque la compañía aún no ve señales de una recuperación de la demanda de edificios que justifican tales aumentos de capacidad. “Queremos planificar de forma conservadora, con cautela. No queremos construir un plan que dependa de una gran recuperación ”, dijo, y agregó que es más fácil agregar capacidad relativamente rápido que reducir la capacidad si las mejoras esperadas en la demanda no se materializan.
“En JetBlue sabemos cómo volver a poner esa capacidad incremental rápidamente si hay demanda”, dijo. «No se están otorgando medallas por agregar mucha capacidad en este momento».
Con información de dgcinternacional.com.
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